07/10/2025
Gabriel García Márquez, el laureado Nobel de Literatura y maestro indiscutible del realismo mágico, nos invitó en 1992 a un viaje extraordinario a través de su colección “Doce Cuentos Peregrinos”. Entre estas joyas literarias, se esconde un relato que desafía la lógica y enciende la imaginación: “La luz es como el agua”. Este cuento, aparentemente sencillo, es una ventana a la mente infantil y a la capacidad humana de transformar la realidad, sumergiéndonos en un universo donde lo imposible no solo es posible, sino palpable. Prepárate para explorar las profundidades de esta narración que, al igual que la luz en el apartamento de sus protagonistas, inunda de significado y asombro.

- Un Vistazo al Genio de Gabo y su Obra Maestra
- La Premisa Mágica: Cuando la Luz se Convierte en Agua
- Más Allá del Brillo: Temas y Simbolismos Profundos
- Un Tapiz Literario: Estructura y Recursos Narrativos
- Reflexiones Personales y el Poder Inconmensurable de la Imaginación
- Preguntas Frecuentes sobre "La luz es como el agua"
Un Vistazo al Genio de Gabo y su Obra Maestra
Para comprender la riqueza de “La luz es como el agua”, es fundamental reconocer el genio de su creador. Gabriel García Márquez, pilar del Boom Latinoamericano de los años 60, no solo fue un escritor, sino un arquitecto de mundos donde lo fantástico se entrelaza con lo cotidiano de una manera tan natural que el lector apenas percibe la transición. Obras como “Cien años de soledad” son testimonio de su habilidad para construir realidades alternativas, pobladas de personajes memorables y sucesos inverosímiles que, paradójicamente, resuenan con la esencia de la vida misma. Su Premio Nobel de Literatura en 1982 no hizo sino confirmar su estatus como uno de los narradores más influyentes del siglo XX.
“Doce Cuentos Peregrinos”, la colección a la que pertenece nuestro cuento, es un compendio fascinante de relatos nacidos de sus experiencias periodísticas y personales en Europa durante los años 70. García Márquez solía decir que estos cuentos eran “la prueba fehaciente de que la imaginación es un poder ilimitado”. En ellos, la presencia latinoamericana en ciudades como París, Madrid o Viena se mezcla con elementos surrealistas, creando una atmósfera única. “La luz es como el agua” no es una excepción, pues entrelaza la vida de sus propios hijos con la ficción, situando a la familia en un quinto piso del Paseo de la Castellana en Madrid, pero con el alma y los anhelos arraigados en su natal Cartagena de Indias.
La Premisa Mágica: Cuando la Luz se Convierte en Agua
La trama de “La luz es como el agua” es tan simple como cautivadora. Nos presenta a Joel y Totó, dos hermanos colombianos que viven con sus padres en Madrid. Estos niños, movidos por una imaginación desbordante, descubren que la luz puede comportarse como el agua. Cada miércoles, cuando sus padres salen al cine, los hermanos aprovechan la oportunidad para transformar su pequeño apartamento en un vasto océano de luz dorada. Es en este "océano" donde navegan con su bote y exploran las profundidades con su equipo de buceo, tesoros que habían "ganado" a sus padres a cambio de promesas académicas, como la famosa "gardenia de oro" y ser los mejores estudiantes de su año.
El cuento narra cómo, con cada logro académico, los niños exigían un nuevo elemento para sus aventuras acuáticas. Primero fue el equipo de buceo, luego el bote. La luz, según la sencilla y profunda explicación que el padre le da a Totó, “es como el agua. Uno abre el grifo y sale”. Esta frase es el detonante de la magia, la clave que abre las puertas de lo inverosímil. Los niños, armados con esta verdad, abren los "grifos" de la casa –las bombillas– y permiten que la luz inunde cada rincón, hasta que el apartamento se convierte en un medio flotante. La descripción de la luz saliendo por los balcones y derramándose por la fachada, iluminando la ciudad "hasta el Guadarrama", es una muestra de la hipérbole y el realismo mágico en su máxima expresión, transformando un fenómeno físico en una experiencia sensorial y navegable.
El clímax y desenlace del cuento es, sin embargo, agridulce. Los niños, en la cúspide de su "éxito" académico y con la imaginación a flor de piel, deciden celebrar una fiesta inusual. Invitan a todos sus compañeros de clase a navegar con ellos en su mar de luz. La escena final es tan fantástica como trágica: el apartamento se desborda de luz, los muebles flotan, y los objetos cotidianos, como "los cepillos de dientes de todos, los preservativos de papá, los pomos de cremas y la dentadura de repuesto de mamá", se mecen libremente. El televisor de la alcoba principal, aún encendido, flota de costado, completando la imagen de un naufragio surrealista. De acuerdo con el narrador, todos mueren ahogados en esta luz. Este final abrupto y poético invita a múltiples interpretaciones, una de las cuales es que no se ahogan literalmente, sino que la imaginación de los niños, en su desbordante pureza, sobrepasa la capacidad de los demás para seguirles el ritmo.

Más Allá del Brillo: Temas y Simbolismos Profundos
“La luz es como el agua” es un crisol de temas y simbolismos que invitan a la reflexión. Dos de los más prominentes son la imaginación y la ambición. La imaginación de Joel y Totó es el motor de la historia, la fuerza que les permite ver la luz no como un mero fenómeno físico, sino como un elemento maleable y navegable. Su inocencia infantil les permite trascender las limitaciones de la realidad, creando un universo lúdico donde todo es posible. Esta imaginación, sin embargo, no es del todo desinteresada.
La ambición se manifiesta en su deseo de obtener el bote y el equipo de buceo, y en su disposición a "estudiar" para lograrlo. No eran buenos estudiantes, pero la promesa de un premio los transformaba. Este comportamiento, donde el esfuerzo está directamente ligado a una recompensa material, puede ser una sutil crítica a la educación o a la naturaleza humana. Sin embargo, en el contexto infantil, también subraya cómo la motivación puede desatar capacidades latentes, incluso si el fin es el juego y la fantasía.
La Metáfora de la Conquista y el Descubrimiento
Uno de los análisis más intrigantes del cuento radica en la comparación que establece entre los niños y los conquistadores, particularmente Cristóbal Colón y los españoles en América. Cuando el narrador menciona a los “aborígenes de tierra firme [que] nunca fueron maestros en la ciencia de navegar en la luz”, García Márquez invierte los roles históricos. Los hermanos, provenientes de Cartagena de Indias, se convierten en los "colonizadores" de la luz en Madrid, mientras que los españoles de la capital, "aborígenes" en el contexto de esta nueva "ciencia", son quienes tienen aún un vasto terreno de descubrimientos por explorar en su propia tierra.
Esta analogía se refuerza con la forma en que los niños "negocian" con sus padres. Así como los conquistadores ofrecían a la Corona española la expansión territorial y la riqueza a cambio de poder, Joel y Totó ofrecen logros académicos (la gardenia de oro, los diplomas de excelencia) para obtener sus herramientas de "conquista" (el bote, el equipo de buceo). La reacción de los padres, que conceden los deseos al ver el beneficio, refleja la conveniencia de la Corona. La frase "rescataron del fondo de la luz las cosas que durante años se habían perdido en la oscuridad" evoca la búsqueda del oro y las riquezas por parte de los españoles en América, objetos que para los nativos tenían un valor diferente al materialista y que fueron "saqueados" simbólicamente.
El desenlace, con la fiesta descontrolada y el ahogamiento, puede interpretarse como la incapacidad de los "conquistadores" de manejar la libertad y el poder obtenidos. Los españoles, tras obtener grandes riquezas y control, también se vieron envueltos en conflictos y desórdenes. La "muerte" de los niños y sus amigos en la luz podría simbolizar el límite de una imaginación o un poder desmedido que, al no ser comprendido o contenido por la "realidad" (o la falta de imaginación de los otros niños), conduce a la tragedia o al fin de esa burbuja fantástica.

| Elemento del Cuento | Paralelo Histórico | Significado Simbólico |
|---|---|---|
| Joel y Totó (los niños) | Los Conquistadores Españoles | La fuerza que irrumpe en un nuevo territorio con ambición y una nueva visión. |
| La Luz | El Oro y las Riquezas de América | El "recurso" valioso, exótico y abundante que es descubierto y explotado. |
| Los Padres | La Corona Española | La autoridad que concede permisos y recompensas a cambio de beneficios y resultados. |
| La "Gardenia de Oro" / Diplomas | Las Riquezas y Tierras Obtenidas | Los "trofeos" o "ganancias" que motivan el esfuerzo y la "conquista". |
| "Aborígenes de tierra firme" (los españoles de Madrid) | Los Pueblos Nativos Americanos | Aquellos cuya realidad es "desafiada" o "colonizada" por una nueva perspectiva o poder. |
| La fiesta descontrolada / Ahogamiento | El Desenfreno y Pérdida de Control de los Conquistadores | La incapacidad de manejar el poder o la libertad obtenida, llevando a la catástrofe o el fin de un ciclo. |
| "Rescatar del fondo de la luz las cosas perdidas" | La Búsqueda y Saqueo del Oro Nativo | La extracción de valor de un entorno que, para otros, tenía un significado diferente. |
Un Tapiz Literario: Estructura y Recursos Narrativos
A pesar de su brevedad, “La luz es como el agua” es un ejemplo magistral del arte narrativo de García Márquez. Su estructura es predominantemente cronológica lineal, guiando al lector a través de los eventos tal y como suceden, desde la Navidad hasta el mes de julio. Esta linealidad, común en los cuentos, facilita la inmersión en la escalada de las aventuras de los niños: el inicio con la recepción del bote, el nudo con las exploraciones en la luz, y el desenlace fatal.
El narrador es heterodiegético, es decir, externo a la historia y en tercera persona. Aunque no interviene directamente en los acontecimientos, su voz es la que teje la narrativa, dotándola de una objetividad que contrasta con la fantasía de los sucesos. Los personajes principales son, por supuesto, Joel y Totó, cuya vitalidad e imaginación impulsan la trama. Los padres actúan como personajes secundarios, catalizadores de las ambiciones de los niños, mientras que los compañeros de curso son personajes terciarios, cuyo papel es crucial en el trágico final.
García Márquez emplea una rica paleta de recursos literarios para construir este universo. La descripción es omnipresente, especialmente la topografía del apartamento inundado de luz. Hay una predominancia de imágenes visuales que buscan recrear la sensación de un espacio rebosante de un líquido dorado. Frases como "en el cuarto de baño flotaban los cepillos de dientes de todos, los preservativos de papá, los pomos de cremas y la dentadura de repuesto de mamá, y el televisor de la alcoba principal flotaba de costado, todavía encendido en el último episodio de la película de media noche prohibida para niños" son un claro ejemplo de enumeración detallada que construye una imagen vívida y casi táctil de la escena.
La descripción de la luz misma es un acto de magia literaria: “Salía por los balcones, se derramaba a raudales por la fachada, y se encauzó por la gran avenida en un torrente dorado que iluminó la ciudad hasta el Guadarrama”. Esta hipérbole no solo exagera el comportamiento de la luz, sino que la personifica, dándole vida y movimiento. Los símiles son frecuentes, comparando a los niños con seres marinos: "bucearon como tiburones mansos por debajo de los muebles y las camas". La epopeya también se asoma, elevando a los niños a la categoría de héroes en sus propias aventuras nocturnas, celebrados por sus "hazañas" académicas. La hipérbole, en particular, es el pilar del realismo mágico en este cuento, permitiendo que la luz se comporte de maneras que desafían la física, pero que son perfectamente lógicas dentro de la lógica interna de la narración.
Es cierto que la alta presencia de descripción puede generar una narración lenta y pasiva en algunos momentos, pero esta se activa con la inserción de diálogos, que, aunque escasos, son puntuales y significativos, como la explicación del padre sobre la naturaleza de la luz.

Reflexiones Personales y el Poder Inconmensurable de la Imaginación
“La luz es como el agua” es un cuento que resuena profundamente con la experiencia humana, especialmente con la infancia. Me hace evocar esas preguntas infantiles que comenzaban con "por qué" y que a menudo recibían respuestas simples, pero llenas de una sabiduría que permitía al mundo ser un lugar de infinitas posibilidades. La explicación del padre sobre la luz, "La luz es como el agua. Uno abre el grifo y sale", no es solo una línea, es una invitación a la reinterpretación del mundo, una licencia para la fantasía.
Este relato regenera la imaginación, recordándonos la libertad de pensamiento que se posee en la niñez. La idea de llenar una casa con luz para navegar en ella, aunque fantástica, no se siente ajena al deseo de un niño de siete años de llenar su bañera hasta el techo para nadar. El desenlace, donde los niños y sus amigos se ahogan, es, para muchos, una metáfora. No una muerte literal, sino la incapacidad de los demás, o quizás de la sociedad adulta, de seguir el ritmo de una imaginación tan pura y desbordante como la de Joel y Totó. El poder de la imaginación es, en efecto, invencible e incuantificable; no tiene límites cuando uno se lo propone.
García Márquez, a través de este cuento, nos invita a no perder esa capacidad de asombro. Nos desafía a aceptar lo inusual como una realidad posible, a ver la magia en lo cotidiano. Es un recordatorio de que la mente humana, especialmente la infantil, es capaz de construir mundos enteros a partir de las premisas más simples, y que la creatividad no conoce barreras.
Preguntas Frecuentes sobre "La luz es como el agua"
- ¿Cuál es el mensaje principal de "La luz es como el agua"?
- El cuento explora el poder ilimitado de la imaginación infantil, la ambición y las consecuencias de desbordar los límites de la realidad. También puede interpretarse como una metáfora sobre la colonización y el descubrimiento.
- ¿Es "La luz es como el agua" un ejemplo de realismo mágico?
- Sí, es un claro ejemplo de realismo mágico, ya que integra elementos fantásticos (la luz que se comporta como agua) en un entorno realista de manera natural, desafiando la lógica pero siendo aceptado dentro de la narrativa.
- ¿Por qué mueren los niños al final del cuento?
- El "ahogamiento" de los niños y sus amigos es objeto de interpretación. Una lectura común es que no es una muerte literal, sino una representación de que su imaginación desbordante superó la capacidad de los demás para entenderla o seguirla, llevando a un fin simbólico de esa fantasía.
- ¿Qué simboliza la luz en el cuento?
- La luz simboliza la imaginación, la libertad, la inocencia y el deseo. Se convierte en un medio para explorar un mundo creado por la mente de los niños, un elemento maleable que les permite cumplir sus anhelos más profundos.
- ¿Qué relación tiene el cuento con la vida de Gabriel García Márquez?
- El cuento está inspirado en experiencias del autor con sus propios hijos y su deseo de comprarles un bote. Refleja su interés en la vida latinoamericana en Europa y su constante exploración de la línea entre la realidad y la fantasía.
En conclusión, “La luz es como el agua” es mucho más que un simple cuento infantil. Es una obra maestra de Gabriel García Márquez que nos sumerge en las profundidades de la imaginación, la ambición y la inocencia. A través de un realismo mágico impecable y una descripción vívida, el autor nos invita a cuestionar los límites de lo posible y a apreciar la asombrosa capacidad de la mente humana para crear y transformar su propia realidad. Este cuento es un recordatorio de que, a veces, las respuestas más simples a las preguntas más profundas pueden desatar los universos más complejos. Te invito, querido lector, a sumergirte en sus páginas y encontrar tu propia luz en este fascinante torrente de imaginación.
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