23/12/2017
En la era moderna, donde el Sistema Métrico Decimal rige nuestras vidas y proporciona una uniformidad inquebrantable a nuestras mediciones, resulta fascinante mirar hacia atrás y descubrir la rica, aunque a menudo confusa, variedad de unidades que nuestros ancestros utilizaban. Entre ellas, emerge una figura recurrente en la historia de la metrología española: el cuartillo. Lejos de ser un concepto simple, el cuartillo era un término multifacético, cuyo valor y aplicación variaban drásticamente según el contexto geográfico, la época y, crucialmente, el tipo de elemento que se deseaba medir. Este artículo se adentrará en las profundidades de esta unidad ancestral, desvelando sus diversas encarnaciones y su papel en el entramado de la vida cotidiana de antaño.

El cuartillo no era una medida universalmente estandarizada, sino más bien un concepto metrológico tradicional castellano que se ramificaba en distintas interpretaciones. Podía referirse a una medida de capacidad para productos secos (áridos), para líquidos, para superficies e incluso para valores monetarios. Esta versatilidad, si bien refleja la adaptabilidad de las sociedades de la época, también subraya la complejidad que suponía el comercio y la administración en un mundo sin un sistema unificado.
- El Cuartillo de Capacidad: Una Doble Identidad
- El Cuartillo como Medida de Superficie
- El Cuartillo en el Ámbito Monetario
- La Compleja Red de Medidas Tradicionales: El Cuartillo en el Sistema
- Anecdotario Histórico: El Cuartillo en la Vida Cotidiana
- ¿Por Qué Tanta Variedad? La Ausencia de Estandarización
- Preguntas Frecuentes sobre el Cuartillo
El Cuartillo de Capacidad: Una Doble Identidad
Quizás las aplicaciones más conocidas del cuartillo sean como medida de capacidad, donde adoptaba dos formas principales, cada una con su propia equivalencia y propósito:
El Cuartillo para Áridos: Medida de Granos y Semillas
Cuando se hablaba de un cuartillo de áridos, se hacía referencia a una medida utilizada para productos secos como granos, cereales, legumbres o harina. En este contexto, el cuartillo representaba la cuarta parte de un celemín, otra unidad de capacidad tradicional. Las equivalencias modernas nos permiten hacernos una idea de su volumen:
- Según la Real Academia Española (RAE), un cuartillo para áridos equivalía aproximadamente a 1156 mililitros, es decir, poco más de un litro.
- En Castilla, su valor era más preciso: 1.157990 decímetros cúbicos (que es equivalente a 1.157990 litros).
Para comprender mejor su escala, el cuartillo de áridos se subdividía en unidades aún menores, facilitando transacciones de menor volumen:
- Era igual a 2 medias cuartillos.
- Equivalía a 4 ochavos (también conocidos como raciones).
- Se componía de 8 medios ochavos.
- Finalmente, contenía 16 ochavillos.
Esta estructura jerárquica permitía una gran flexibilidad en el comercio de productos agrícolas esenciales.
El Cuartillo para Líquidos: Vino, Aceite y Agua
La otra cara del cuartillo de capacidad era su uso para líquidos, como el vino, el aceite o el agua. En este caso, el cuartillo era la cuarta parte de una azumbre, una unidad de volumen más grande comúnmente utilizada para líquidos.
- La RAE establece su equivalencia en unos 504 mililitros, lo que es aproximadamente medio litro.
- En Castilla, su valor era de 0.504153 litros.
Al igual que su contraparte para áridos, el cuartillo de líquidos también tenía sus propias subdivisiones:
- Era igual a 4 copas.
Es importante destacar que las variaciones regionales podían ser significativas. Por ejemplo, en las Ordenanzas de Mudalafes de Tudela (sin fecha específica, pero históricamente relevante), se menciona un cuartillo que era la cuarta parte de una pinta, donde la pinta equivalía a 23 onzas. Esto significaría que un cuartillo de vino en Tudela sería de 5.75 onzas. Si consideramos que una onza líquida equivale a aproximadamente 29.57 ml, este cuartillo tendría una capacidad de unos 170 ml, una diferencia notable con los 504 ml castellanos, ilustrando la compleja realidad de las medidas locales.
Tabla Comparativa de Capacidades del Cuartillo
Para visualizar mejor estas diferencias fundamentales, presentamos una tabla comparativa:
| Uso | Relación Tradicional | Equivalencia Aproximada (ml/litros) | Subdivisiones Comunes |
|---|---|---|---|
| Áridos | 1/4 de Celemín | ~1156 ml (1.158 litros) | 2 Medias Cuartillos, 4 Ochavos, 8 Medios Ochavos, 16 Ochavillos |
| Líquidos | 1/4 de Azumbre | ~504 ml (0.504 litros) | 4 Copas |
| Líquidos (Tudela) | 1/4 de Pinta | ~170 ml (5.75 Onzas) | Variaciones Regionales |
El Cuartillo como Medida de Superficie
Menos conocido, pero igualmente relevante, era el uso del cuartillo como medida de superficie, especialmente en Castilla. En este contexto, el cuartillo se refería a una porción de terreno, probablemente utilizada en el ámbito agrícola para delimitar parcelas o calcular rendimientos.
- Un cuartillo era igual a 12 estadales cuadrados.
- Equivalía a 192 varas cuadradas.
- Era igual a 1728 pies cuadrados.
Para contextualizarlo en el sistema métrico actual, un cuartillo de superficie en España, según algunas fuentes, equivalía a 134.1446 metros cuadrados. Esta aplicación demuestra la versatilidad del término y su integración en el sistema de medición de tierras, crucial para la economía agraria de la época.

El Cuartillo en el Ámbito Monetario
Para añadir otra capa a su complejidad, el cuartillo también incursionó en el mundo de las finanzas como una unidad monetaria. En este sentido, representaba la cuarta parte de un real, una moneda de plata de curso legal en España durante siglos. Aunque no se detalla su valor exacto en el texto proporcionado, su mención en la RAE como una fracción monetaria subraya su presencia en las transacciones cotidianas, indicando que las pequeñas cantidades de dinero también se dividían y nombraban con unidades específicas.
La Compleja Red de Medidas Tradicionales: El Cuartillo en el Sistema
Para entender verdaderamente el cuartillo, es esencial situarlo dentro del contexto de las complejas redes de unidades de medida tradicionales que existían. Estas redes no eran siempre lineales y a menudo presentaban variaciones regionales, pero seguían una lógica de subdivisiones y múltiplos.
Sistema de Medidas para Áridos
El cuartillo se insertaba en una jerarquía mayor para áridos:
- El Cahíz era la unidad más grande, equivalente a 12 fanegas.
- Una Fanega, a su vez, se componía de 12 celemines.
- Y un Celemín era la unidad directamente superior al cuartillo, abarcando 4 de ellos.
El texto menciona que el patrón para estas medidas a menudo era regional, como la "media fanega de Ávila", lo que contribuía a la falta de uniformidad a nivel nacional.
Sistema de Medidas para Líquidos
Para los líquidos, la estructura era igualmente intrincada, y aquí es crucial notar una distinción importante entre "cuartillo" y "cuartilla", dos términos similares pero con valores diferentes:
- El Moyo era la unidad más grande, igual a 16 cántaras.
- Una Cántara equivalía a 4 cuartillas.
- Una Cuartilla (nótese la "a" al final) era igual a 2 azumbres.
- Un Azumbre, a su vez, contenía 4 cuartillos.
- Y finalmente, un Cuartillo se dividía en 4 copas.
El patrón de estas medidas solía ser local, como la "cántara de Toledo", lo que nuevamente ponía de manifiesto la diversidad metrológica.
Tabla de Relaciones entre Unidades Tradicionales
| Tipo de Medida | Unidad Mayor | Equivalencia |
|---|---|---|
| Áridos | Cahíz | 12 Fanegas |
| Fanega | 12 Celemines | |
| Celemín | 4 Cuartillos | |
| Líquidos | Moyo | 16 Cántaras |
| Cántara | 4 Cuartillas | |
| Cuartilla | 2 Azumbres | |
| Azumbre | 4 Cuartillos | |
| Cuartillo | 4 Copas |
Anecdotario Histórico: El Cuartillo en la Vida Cotidiana
Más allá de las definiciones, los documentos históricos nos ofrecen vistazos fascinantes de cómo el cuartillo se integraba en la vida diaria de nuestros antepasados:
- Precios de Alimentos (1459): Un registro de las Actas de Sesiones del Archivo Municipal de Córdoba (AMC) de 1459 menciona: "El cuartillo de cabrito a quatro mrs.". Esto demuestra que el cuartillo no solo era una medida de capacidad, sino también una unidad de referencia para establecer precios de productos perecederos, probablemente refiriéndose a una porción estándar de carne.
- Comercio en Gata (1520): En las Cuentas Municipales de Gata, se utilizaba el "medio cuartillo" junto con otras medidas como la arroba de cobre o el azumbre. Esto indica que las fracciones del cuartillo eran comunes en las transacciones comerciales menores, adaptándose a las necesidades de la compra y venta diarias.
- Recipientes Estandarizados (1548): La tasación de la ciudad de Cuenca en 1548 registra: "Jarros de cuartillo pusieron en tres mrs.; valen cinco V". Esto sugiere la existencia de recipientes con capacidad de un cuartillo, lo que implicaba cierto grado de estandarización en la fabricación de utensilios domésticos y comerciales.
- Instrumentos de Medición (1568): La mención de "un medio celemín de madera" en los Inventarios moriscos de Granada de 1568, relacionado con el cuartillo, nos da una idea de los instrumentos físicos que se utilizaban para medir estos volúmenes, a menudo hechos de materiales comunes como la madera.
- Procesos Industriales (1500): Un documento de Málaga de 1500, relacionado con el cardado de lana, prescribe: "e los cardadores que la oviesren de cardar (lana) la carden claro e sin gorullo, e que los carduçadores e sazonadores non puedan echar no echen en lana tinta ni en otra alguna mas de medio açunbre de agua en casa cuartillo, seyendo la quartilla de a siete libras". Este fragmento es particularmente interesante. Sugiere que, para el proceso de cardado y sazonado de la lana, se permitía añadir "medio azumbre de agua por cada cuartillo". Lo crucial es que aquí, "cuartillo" se refiere a una cantidad de lana, y el texto aclara que esta "cuartilla" (nótese el cambio de término, aunque en el original a veces se usaba indistintamente o con variación ortográfica) era de "siete libras". Esto demuestra que el concepto de cuartillo/cuartilla también podía estar ligado a la masa o peso de un producto, en este caso la lana, y a una proporción específica de un líquido para un proceso de manufactura.
¿Por Qué Tanta Variedad? La Ausencia de Estandarización
La asombrosa diversidad y las variaciones regionales del cuartillo y otras unidades tradicionales se deben principalmente a la ausencia de un Sistema Métrico Decimal unificado a nivel nacional e internacional. Durante siglos, las unidades de medida evolucionaron localmente, a menudo basadas en referencias corporales (como el pie o la vara), en recipientes de uso común, o en la costumbre y la tradición de cada pueblo o reino. Cada región tenía sus propias "patrones" o "modelos" de referencia, como la "media fanega de Ávila" o la "cántara de Toledo", que servían para estandarizar las medidas dentro de un área limitada. Sin embargo, al cruzar fronteras geográficas o administrativas, estas medidas podían cambiar drásticamente, generando confusión y complicando el comercio a larga distancia. Esta falta de uniformidad fue una de las principales razones que impulsaron la búsqueda y eventual adopción de un sistema universal y racionalizado como el métrico en el siglo XIX.
Preguntas Frecuentes sobre el Cuartillo
¿Cuánto es un cuartillo?
Un cuartillo es una antigua unidad de medida castellana, cuyo valor es muy variable y depende crucialmente del contexto en el que se utilice. Si se refiere a una medida de capacidad para áridos (productos secos como granos), equivale aproximadamente a 1156 mililitros (aproximadamente 1.16 litros), siendo la cuarta parte de un celemín. Si se refiere a capacidad para líquidos (como vino o aceite), su valor es de aproximadamente 504 mililitros (alrededor de medio litro), representando la cuarta parte de una azumbre. Adicionalmente, existía un cuartillo como medida de superficie en Castilla, equivalente a unos 134.1446 metros cuadrados, y un cuartillo como fracción monetaria, que era la cuarta parte de un real. La clave para entender "cuánto es un cuartillo" reside en especificar a qué tipo de cuartillo nos referimos.

¿Qué es medio cuartillo?
"Medio cuartillo" es, como su nombre indica, la mitad de un cuartillo. Su valor exacto dependerá directamente del tipo de cuartillo del que estemos hablando. Por ejemplo, medio cuartillo de áridos sería aproximadamente 578 ml, mientras que medio cuartillo de líquidos sería unos 252 ml. Su mención en documentos históricos, como en Gata en 1520, subraya que las fracciones de estas unidades eran de uso común en las transacciones diarias, permitiendo una mayor precisión en las cantidades comercializadas.
¿Qué capacidad tiene un cuartillo?
La capacidad de un cuartillo no es única, sino que se define por su aplicación. Para productos áridos, su capacidad estándar era de aproximadamente 1.156 mililitros (o 1.158 decímetros cúbicos en Castilla). Para líquidos, su capacidad más común era de aproximadamente 504 mililitros (o 0.504 litros en Castilla). Sin embargo, es fundamental recordar las variaciones regionales; por ejemplo, el cuartillo de vino en Tudela, que equivalía a 5.75 onzas líquidas, se traduciría a unos 170 ml, una capacidad considerablemente menor que la castellana. Esta disparidad resalta la complejidad y la falta de estandarización en las mediciones pre-métricas.
¿El cuartillo se usa hoy en día?
No, el cuartillo, al igual que la vasta mayoría de las unidades de medida tradicionales españolas, ha caído completamente en desuso en la vida cotidiana y el comercio con la adopción generalizada y obligatoria del Sistema Métrico Decimal. La introducción de este sistema en España a partir del siglo XIX buscó precisamente unificar y simplificar las mediciones en todo el territorio. Hoy en día, el cuartillo es un concepto de interés histórico y metrológico, estudiado en ámbitos académicos y de investigación para comprender mejor las prácticas comerciales, agrícolas y sociales de épocas pasadas.
¿Por qué existían tantas unidades de medida diferentes antes del sistema métrico?
La existencia de múltiples unidades de medida, como las diversas encarnaciones del cuartillo, se debe principalmente a la evolución orgánica y local de las sociedades antes de la era de la globalización y la estandarización. No había una autoridad centralizada que impusiera un sistema uniforme en todas las regiones o países. Las medidas a menudo se basaban en elementos prácticos y disponibles (como partes del cuerpo humano, recipientes comunes o semillas), y evolucionaban de forma independiente en cada localidad o gremio. Esto creaba un mosaico de sistemas que, aunque funcional a nivel local, generaba enormes complejidades en el comercio a larga distancia y en la administración de grandes territorios. La necesidad de superar estas barreras fue un motor clave para el desarrollo e implementación del Sistema Métrico Decimal, que buscaba una base racional, universal e inmutable para todas las mediciones.
En retrospectiva, el cuartillo es mucho más que una simple unidad de medida; es una ventana a un pasado donde la precisión era relativa y la estandarización, un sueño. Su estudio nos permite apreciar la ingeniosidad y la adaptabilidad de las sociedades antiguas, así como la trascendental importancia de la revolución métrica que simplificó, para siempre, la forma en que medimos el mundo. Comprender el cuartillo es, en esencia, comprender un fragmento vital de nuestra historia cultural y económica, un recordatorio de cómo evolucionó el lenguaje de las cantidades a lo largo de los siglos.
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