29/05/2022
En el vasto universo del pensamiento filosófico, pocas figuras han explorado la intrincada relación entre el lenguaje, la realidad y la experiencia humana con la profundidad de Hans Blumenberg. Este filósofo alemán, cuya obra permanece como una cumbre del siglo XX, nos legó un concepto tan poderoso como esencial: la metáfora absoluta. Lejos de ser meros adornos estilísticos, estas metáforas trascienden la función decorativa para convertirse en los cimientos sobre los cuales construimos nuestra comprensión de los conceptos más complejos e inarticulables, especialmente aquellos que residen en el ámbito de lo metafísico y lo místico. Adentrémonos en el fascinante mundo de las metáforas absolutas de Blumenberg, desvelando su significado, su formación y su impacto en nuestra percepción del mundo.

- ¿Quién fue Hans Blumenberg?
- La Metáfora Absoluta: Una Definición Profunda
- El Mecanismo de Transformación: De lo Objetivo a lo Metafísico
- Ejemplos de Metáforas Absolutas en el Misticismo
- Metáforas Absolutas vs. Metáforas Decorativas
- La Antropología de Blumenberg: El Hombre y el Mito
- La Retórica como Herramienta Política y Cultural
- Preguntas Frecuentes
- ¿Cuál es la diferencia clave entre una metáfora absoluta y una metáfora común?
- ¿Por qué Hans Blumenberg se interesó tanto en las metáforas?
- ¿Cómo se relaciona la antropología de Blumenberg con las metáforas?
- ¿Qué papel juega la retórica en el pensamiento de Hans Blumenberg?
- ¿Se aplican las metáforas absolutas solo a conceptos místicos?
¿Quién fue Hans Blumenberg?
Hans Blumenberg (1920-1996) fue uno de los pensadores más eruditos y originales de la Alemania de posguerra, cuya influencia, aunque quizás menos difundida en América Latina, es innegable en la filosofía contemporánea. Descrito a menudo como un "arqueólogo" de la filosofía, Blumenberg tenía una habilidad única para sumergirse en los sedimentos culturales más antiguos y recientes, rastreando la evolución de las ideas a lo largo de la historia occidental. Su obra es monumental en su alcance y detalle, caracterizada por una escritura "palimpséstica" donde el pensamiento del autor se entrelaza inextricablemente con el de los pensadores que comenta.
Aunque no fue un filósofo político en el sentido estricto, temas como la distanciación, el mito, el politeísmo y la retórica son pilares centrales en su pensamiento y tienen profundas implicaciones políticas. La vida de Blumenberg estuvo marcada por los convulsos tiempos de la República de Weimar, el ascenso del nazismo y la tensa Guerra Fría. De origen familiar materno judío, fue clasificado como "medio judío" por las Leyes de Núremberg de 1935, lo que le valió discriminación, la pérdida de oportunidades académicas y la necesidad de esconderse durante la guerra. Estas experiencias personales, sin duda, moldearon su profunda reflexión sobre el poder, la tolerancia y la función del lenguaje en la sociedad. Fue cofundador del célebre grupo de investigación "Poética y Hermenéutica", donde interactuó con figuras prominentes de su época.
La Metáfora Absoluta: Una Definición Profunda
En el corazón de la metaforología de Blumenberg reside la distinción crucial entre metáforas decorativas y metáforas absolutas. Las primeras son simples adornos retóricos, intercambiables y superficiales, diseñadas para embellecer un texto. Las segundas, en contraste, son fundamentales; son el resultado de la incapacidad del lenguaje conceptual para aprehender ciertos principios primordiales o conceptos abstractos que escapan a una articulación teórica directa.
Una metáfora absoluta se inicia con un principio primordial fundamental. Los conceptos, al no poder ser articulados directamente de manera objetiva, transitan del dominio de la objetividad al dominio metafísico. A través de la repetición y el establecimiento de conexiones entre los componentes de estos conceptos, la metáfora absoluta se forma y, con el tiempo, se vuelve axiomática, es decir, una verdad autoevidente o una base sobre la cual se construye el entendimiento. No busca describir la realidad, sino que es una parte intrínseca de cómo la entendemos y la experimentamos, especialmente en lo que respecta a conceptos que están más allá de la comprensión empírica directa.
El Mecanismo de Transformación: De lo Objetivo a lo Metafísico
El proceso por el cual una idea se transforma en una metáfora absoluta es un mecanismo de codificación complejo. Blumenberg postula que estos conceptos inarticulables se encarnan en imágenes o "esquemas" que resultan de la relación entre los componentes de un todo. Estos esquemas no son arbitrarios, sino que surgen de experiencias objetivas y naturales que, a través de la repetición y la asociación cultural, adquieren un significado metafísico.
Un ejemplo paradigmático es la metáfora de la luz como representación de la Verdad. Blumenberg analiza la historia de esta metáfora, identificando un esquema cuyos componentes (como la oscuridad de una cueva y el fuego exterior) forman la metáfora de la luz. La luz, en su experiencia objetiva (iluminación, claridad, revelación), se convierte en el vehículo para comprender un concepto tan abstracto y metafísico como la Verdad. No es que la luz represente la verdad, sino que la luz es la forma en que la verdad se hace comprensible para nosotros. Este proceso implica una explicación ontológica del concepto, anclada en una experiencia natural y objetiva.

Ejemplos de Metáforas Absolutas en el Misticismo
El estudio de Blumenberg sobre las metáforas absolutas encuentra un terreno fértil en el misticismo, donde conceptos como la Verdad (Haq) y el Camino (Tariqat) son centrales pero inherentemente difíciles de expresar. En el pensamiento místico, estos conceptos no pueden ser articulados a través de un marco teórico convencional, y es aquí donde las metáforas absolutas demuestran su poder explicativo.
- La Verdad (Haq) como Luz: Como se mencionó, la luz no solo ilustra la Verdad, sino que la constituye en el entendimiento humano. La totalidad de la naturaleza de la luz –su capacidad para disipar la oscuridad, revelar, calentar, ser fuente de vida– se asocia con la Verdad, permitiendo una comprensión que va más allá de lo meramente intelectual.
- El Camino (Tariqat) como Progreso (Sayr): El concepto de "progreso" o "viaje" (sayr) es una metáfora absoluta para el camino místico. El viaje físico, con sus etapas, desafíos y destinos, se convierte en el esquema para comprender la ardua y transformadora senda espiritual. Componentes como el ascetismo (ryazat) o la disciplina se fijan en el dominio léxico a través de la repetición, convirtiéndose en partes intrínsecas de esta metáfora del camino.
- El Rey como Verdad: En ciertas alegorías místicas, la figura del rey no es solo un líder, sino una metáfora absoluta de la Verdad o de la culminación del viaje. La autoridad, la justicia, la centralidad y la magnificencia asociadas con un rey se transfieren al concepto de la Verdad, dotándola de una forma comprensible dentro del marco humano.
Estas metáforas no son simples analogías; son las estructuras cognitivas a través de las cuales los conceptos místicos se hacen accesibles y se desarrollan, permitiendo la contemplación de la relación del ser humano con la existencia y su Creador.
Metáforas Absolutas vs. Metáforas Decorativas
La distinción entre estos dos tipos de metáforas es fundamental para comprender la teoría de Blumenberg. No se trata de una cuestión de calidad literaria, sino de función y propósito.
| Característica | Metáfora Absoluta | Metáfora Decorativa |
|---|---|---|
| Función Principal | Expresar conceptos fundamentales y desarrollar términos específicos. | Crear belleza estilística y embellecer el lenguaje. |
| Origen | Principios primordiales, inarticulables conceptualmente. | Elección consciente del autor para un efecto estético. |
| Profundidad | Ontológica, constitutiva del entendimiento. | Superficial, aditiva al significado. |
| Contexto | Presenta un contexto o clúster semántico (componentes interconectados). | Carece de un clúster semántico inherente; es aislada. |
| Efecto | Alude a un vasto entramado de significados asociados; se vuelve axiomática. | Añade color o viveza a una descripción; es fácilmente reemplazable. |
| Ejemplo | La luz como Verdad; el camino como vida o viaje espiritual. | "Sus ojos eran perlas" (si solo es para describir el color y brillo). |
La presencia de un clúster o contexto semántico es la principal diferencia. En una metáfora absoluta, referirse a un solo componente puede evocar todos los conceptos asociados dentro de esa estructura semántica, haciendo que la metáfora sea indispensable para la comprensión del concepto central.
La Antropología de Blumenberg: El Hombre y el Mito
La metaforología de Blumenberg se ancla en su particular visión antropológica. Para él, la pregunta kantiana "¿qué es el hombre?" se responde de una manera que critica el antropocentrismo tradicional. Coincidiendo con Nietzsche, Blumenberg ve al ser humano no como una criatura superior, sino como un animal "pobre" y radicalmente desprovisto de las especializaciones instintivas que poseen otros seres. Retoma el mito de Protágoras, donde Epimeteo, al distribuir las capacidades entre las criaturas, deja al hombre "desnudo y descalzo y sin coberturas ni armas".
¿Cómo sobrevive entonces este ser tan indigente? La respuesta de Blumenberg, cercana a pensadores como Max Scheler o Arnold Gehlen, reside en un proceso de compensación: la indigencia biológica del hombre lo obligó a desarrollar una flexibilidad adaptativa excepcional, una "poliadaptabilidad". Esta capacidad se manifiesta en la creación y uso de instrumentos, el desarrollo de la cultura y, crucialmente, la invención del lenguaje y la narrativa. La cultura se convierte en una "segunda naturaleza", una red de significados que permite al hombre tomar distancia de un mundo abrumador y, a través de la interpretación, darle sentido. En este contexto, el mito emerge como un medio privilegiado de significación, capaz de satisfacer interrogantes fundamentales que escapan a la respuesta teórica, proporcionando un asidero en la ausencia de una verdad dogmática.
La Retórica como Herramienta Política y Cultural
La preferencia de Blumenberg por la retórica sobre la verdad platónica es un aspecto clave de su pensamiento, especialmente relevante en su concepción política. Ante el "déficit de verdad" en la era moderna –donde la ciencia, lejos de proveer conocimiento absoluto, se convierte en un proceso de auto-negación–, la retórica y el mito se vuelven esenciales. Si la verdad es inalcanzable, la "mentira" (en el sentido de la construcción narrativa o la persuasión) se permite o incluso se hace necesaria para dar sentido y coherencia a la experiencia humana.

Blumenberg identifica dos virtudes políticas fundamentales en la retórica:
- Sustitución de la violencia física: La palabra y la persuasión, como lo ejemplificaban los griegos al privilegiar la retórica entre ellos, permiten reemplazar la fuerza bruta. La obra de Maquiavelo es crucial para Blumenberg en este sentido, al reintroducir el artificio y la apariencia como medios para sortear la violencia.
- Medio de cohesión social: Más allá de la comunicación de conocimientos, el lenguaje retórico es un vehículo para generar entendimiento común, asentimiento y tolerancia. A diferencia de la racionalidad, que acelera la acción, la retórica tiene una cualidad "dilatoria", facilitando el intervalo necesario para reducir la violencia y alcanzar acuerdos. Esto llevó a Blumenberg a invertir el título de J.L. Austin, proponiendo un "how to do nothing with words" (cómo no hacer nada con palabras), una defensa de diferir la acción violenta a través del proceso retórico, algo que él vio ejemplificado en la crisis de los misiles de Cuba.
No obstante, la visión de Blumenberg sobre el mito y la retórica no carece de complejidad. En el contexto del juicio de Adolf Eichmann, Blumenberg argumenta que, en momentos de excepción, el mito es necesario como medio de resistencia y autoafirmación de una comunidad, una posición que, aunque crítica con la "banalidad del mal" de Arendt, lo acerca a las concepciones normativas de figuras como Georg Sorel o Carl Schmitt. Para él, las revoluciones (como la francesa) no podrían haber triunfado "sin imágenes", destacando el poder movilizador de los relatos y las metáforas en la esfera pública.
Preguntas Frecuentes
¿Cuál es la diferencia clave entre una metáfora absoluta y una metáfora común?
La diferencia fundamental radica en su función y profundidad. Una metáfora común o decorativa es un adorno estilístico que embellece el lenguaje y puede ser reemplazada sin alterar el significado esencial. Una metáfora absoluta, en cambio, es indispensable; es la forma en que un concepto fundamental e inarticulable se hace comprensible y se desarrolla, funcionando como una estructura cognitiva que organiza un "clúster semántico" de ideas interconectadas. Es constitutiva del entendimiento, no meramente descriptiva.
¿Por qué Hans Blumenberg se interesó tanto en las metáforas?
Blumenberg se interesó en las metáforas porque las veía como la respuesta humana a la "indigencia" biológica y a la incapacidad del lenguaje conceptual para aprehender conceptos primordiales o metafísicos. Para él, las metáforas absolutas no son un mero recurso lingüístico, sino el medio a través del cual el ser humano da sentido a un mundo complejo, establece una "segunda naturaleza" cultural y aborda preguntas existenciales que la razón pura no puede responder.
¿Cómo se relaciona la antropología de Blumenberg con las metáforas?
La antropología de Blumenberg postula que el ser humano es un animal "pobre" y desprovisto de instintos especializados. Para compensar esta vulnerabilidad, el hombre desarrolla la cultura, el lenguaje y la narrativa. Las metáforas, en particular las absolutas, son herramientas esenciales en este proceso, permitiendo al ser humano crear estructuras de significado para comprender y manejar su entorno, transformando lo inarticulable en comprensible y reduciendo el miedo a lo desconocido.
¿Qué papel juega la retórica en el pensamiento de Hans Blumenberg?
Para Blumenberg, la retórica es una herramienta crucial, especialmente en un mundo donde la "verdad" dogmática es inalcanzable. La retórica no solo sirve para persuadir, sino que es un medio para generar entendimiento común, cohesión social y, fundamentalmente, para diferir la violencia. En lugar de la acción impulsiva, la retórica permite un "intervalo dilatorio" que facilita el diálogo y el acuerdo, convirtiéndose en un sustituto de la fuerza física y un pilar de la convivencia social.
¿Se aplican las metáforas absolutas solo a conceptos místicos?
Aunque el texto proporcionado enfatiza su aplicación en conceptos místicos como la Verdad y el Camino, el marco de Blumenberg es más amplio. Las metáforas absolutas son fundamentales para cualquier concepto primordial que no pueda ser articulado directamente de manera teórica u objetiva, ya sea en filosofía, ciencia (en sus orígenes, por ejemplo) o política. Su importancia radica en su capacidad para formar y desarrollar ideas fundamentales en cualquier dominio del pensamiento humano.
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