El Intrincado Lenguaje de las Abejas: Un Mundo Oculto

19/01/2020

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En el vasto y diverso reino animal, cada especie ha desarrollado métodos de comunicación únicos y sorprendentes, adaptados a sus necesidades y entornos. Desde el complejo canto de las ballenas hasta los sutiles gestos de los primates, la transmisión de información es fundamental para la supervivencia y la cohesión social. En este fascinante panorama, las abejas melíferas se erigen como maestras de la comunicación, empleando un repertorio de comportamientos que, a primera vista, podrían parecer simples, pero que encierran una complejidad asombrosa. Principalmente, su diálogo se articula a través de dos canales fundamentales: el movimiento y el olor. Estas conductas, que van desde la icónica "danza del contoneo" hasta la liberación de intrincadas señales químicas, son vitales para la coordinación de la colmena, la localización de fuentes de alimento y la transmisión de información crucial para la supervivencia de la colonia.

¿Qué mensaje trae la abeja?
Símbolo de sabiduría y conocimiento Las abejas han sido veneradas a lo largo de la historia por sus impresionantes habilidades y su profunda conexión con la naturaleza y lo divino. En la mitología y la simbología, representan valores fundamentales como la diligencia, la cooperación, la abundancia y la inmortalidad.

Para desentrañar la riqueza de su lenguaje, es esencial primero comprender la estructura social de la colmena y los roles específicos que cada abeja desempeña. Esta división del trabajo no solo define su existencia, sino que también moldea la forma en que interactúan y se comunican, convirtiendo a la colmena en un organismo superorganizado donde cada individuo contribuye a la inteligencia colectiva.

Índice de Contenido

Los Roles en la Colmena: Una Base para Entender su Comunicación

Antes de sumergirnos en los detalles de cómo las abejas se comunican, es crucial entender la jerarquía y las responsabilidades dentro de una colmena. Cada tipo de abeja tiene un papel definido que influye directamente en los patrones y necesidades de comunicación.

La Abeja Reina: El Eje de la Colmena

La reina es el corazón de la colmena, responsable de tres funciones vitales: la puesta de huevos, la regulación de la actividad de la colmena y la iniciación del enjambre. Con una vida promedio de uno a dos años, la reina ejerce una influencia química inmensa a través de la producción de feromonas. Estas sustancias químicas son mensajes olfativos que afectan el comportamiento de todas las demás abejas de la colmena. Por ejemplo, sus feromonas aseguran la cohesión de la colonia, inhiben la puesta de huevos de las obreras y controlan el desarrollo de nuevas reinas. Además, cuando llega el momento de un enjambre (la división de la colonia), la reina envía señales específicas, tanto químicas como conductuales, para preparar a las abejas para la partida. Cada reina emite feromonas distintivas y únicas para su colmena, que son reconocidas por toda la colonia, confirmando su presencia y vitalidad. En condiciones normales, solo una abeja reina reside en una colonia, lo que subraya la importancia de su comunicación para el orden y la productividad.

Los Zánganos: Los Reproductores de la Colmena

Los zánganos son los únicos machos de la colmena y su principal función es la reproducción. Son más grandes que las obreras pero más pequeños que las reinas, y constituyen entre el 10% y el 15% de la población de la colmena. Una vez maduros, los zánganos abandonan la colmena para aparearse con reinas vírgenes de otras colonias. Después del apareamiento, mueren. Los zánganos que no logran aparearse regresan a la colmena y son alimentados hasta el final del verano. Con la llegada del invierno, son expulsados de la colmena y dejados a su suerte, lo que demuestra la eficiencia y la dura realidad de la supervivencia en la colonia. Su comunicación es más pasiva, principalmente a través de la recepción de feromonas de la reina, que les indican la presencia de una reina fértil, o a través de vibraciones sutiles para atraer a las hembras en el vuelo nupcial.

Las Abejas Obreras: El Motor de la Colonia

Las obreras son el pilar de la colmena, representando entre el 80% y el 99% de la colonia, aunque su esperanza de vida es de solo cinco a siete semanas en promedio. Son hembras, pero no se reproducen. A lo largo de sus cortas vidas, desempeñan múltiples roles esenciales: desde la limpieza de la colmena y el cuidado de las crías hasta la recepción de alimento de las abejas recolectoras, la construcción de panales, la producción de miel y la búsqueda de alimento, agua y resina. Es en las obreras donde la comunicación adopta sus formas más elaboradas y dinámicas, ya que son las encargadas de la vasta mayoría de las interacciones y de la toma de decisiones colectiva relacionadas con la supervivencia diaria de la colonia.

La Percepción del Mundo: Cómo Ven las Flores las Abejas

Antes de que una abeja pueda comunicar la ubicación de una flor, primero debe encontrarla. Las abejas melíferas utilizan todos sus sentidos, pero su visión es particularmente fascinante. Aunque ven colores de manera similar a la mayoría de los insectos, no pueden distinguir bien los rojos; para ellas, una flor de un rojo perfecto aparecerá negra. Sin embargo, su superpoder reside en su capacidad para ver los rayos ultravioleta (UV), invisibles para el ojo humano. Flores que para nosotros parecen de un color uniforme, a menudo están marcadas con líneas y patrones ultravioleta que actúan como "guías de néctar", señalando a las abejas dónde se concentran el néctar o el polen. Esta habilidad visual acelera enormemente el proceso de recolección de alimento, permitiéndoles regresar rápidamente a la colmena para compartir la información vital con sus compañeras.

El Tacto: Una Conexión Directa y Delicada

Una de las formas más directas y fundamentales de comunicación entre las abejas melíferas es a través del tacto. Las abejas se tocan las Antenas para identificarse mutuamente, un saludo esencial en la oscuridad de la colmena. Este contacto no es meramente un reconocimiento; durante la danza del contoneo, las antenas son cruciales para que las abejas receptoras interpreten los movimientos de la bailarina, sintiendo las vibraciones y la dirección de su cuerpo. Cuando una abeja usa sus antenas para tocar un objeto, también puede sacar su lengua para saborearlo, combinando el tacto con el gusto para evaluar la calidad de una sustancia.

Además de las antenas, las abejas utilizan sus patas para medir el tamaño de las celdas del panal, una habilidad vital para construir una cuadrícula de panal impecable y funcional. Esta precisión táctil es asombrosa y demuestra la sofisticación de su sistema sensorial. Es precisamente por la importancia de las antenas en la comunicación y la percepción que las abejas son tan meticulosas en mantenerlas limpias. Cualquier obstrucción podría comprometer su capacidad para percibir el mundo y comunicarse eficazmente.

Las abejas también están cubiertas de diminutos pelos llenos de terminaciones nerviosas, increíblemente sensibles a las frecuencias de vibración. Estos pelos les permiten detectar el peligro, sintiendo las vibraciones del suelo o del aire que indican la presencia de una amenaza. También son la razón por la que pueden sentir cuando son tocadas, lo que facilita las interacciones sociales como el acicalamiento mutuo.

El Idioma de la Danza: Un Mapa Viviente en la Oscuridad

Cuando una abeja obrera tiene éxito en una misión de forrajeo, ya sea encontrando una fuente abundante de alimento, un agujero seguro para beber o cualquier otra información valiosa sobre el entorno, regresa a la colmena. Una vez allí, se convierte en una mensajera, y su método principal para compartir esta información es a través de un intrincado lenguaje de danza.

La comunicación de las abejas en la colmena es increíble, considerando que la mayoría de las veces bailan en la oscuridad. Este sistema se ha comparado con la complejidad de nuestro propio sistema nervioso central por su eficiencia y la cantidad de información que puede transmitir.

La Danza Redonda: Señales de Cercanía

Existen dos danzas principales relacionadas con la comida. La primera, conocida como "danza redonda", se utiliza para indicar fuentes de alimento cercanas, generalmente a unos 50 metros de la colmena. La abeja danzarina se mueve en una serie de círculos estrechos, alternando la dirección de su giro (primero en un sentido, luego en el opuesto), repitiendo este movimiento muchas veces. La intensidad y la frecuencia de la danza pueden indicar la calidad del parche de flores, aunque no la dirección exacta. A veces, la abeja puede incluir un pequeño contoneo al girar, cuya duración sutilmente comunica la riqueza del recurso.

La Danza del Contoneo: El Mapa de Larga Distancia

Para fuentes de alimento más lejanas, las abejas melíferas realizan la Danza del Contoneo, un patrón en forma de ocho. Fue en 1940 cuando el etólogo austriaco Karl von Frisch descubrió y nombró este movimiento especial, desentrañando cómo las abejas melíferas comunican la ubicación precisa de alimento y néctar a distancias considerables.

La danza del contoneo implica una vibración rítmica y un zumbido con sus alas. La intensidad del contoneo, interpretada por el abdomen de la abeja, indica la distancia a la fuente de alimento: un contoneo más largo y vigoroso significa una mayor distancia. Pero lo más ingenioso es cómo comunican la dirección: la abeja angula su cuerpo en relación con el sol. Por ejemplo, si la fuente de alimento está directamente hacia el sol, la abeja bailará el tramo recto de su figura de ocho hacia arriba en el panal. Si la fuente está a 30 grados a la izquierda del sol, la abeja bailará su tramo recto a 30 grados a la izquierda de la vertical. Esta capacidad de traducir una coordenada solar en una dirección en la oscuridad de la colmena es un logro evolutivo extraordinario.

Cuando varias abejas regresan y transmiten sus descubrimientos, la colmena procede a "votar" sobre el sitio más viable. Este "voto" se manifiesta por el número de abejas que se unen a una danza del contoneo particular y por la intensidad de la misma. Cuantas más abejas se unan y más vigorosa sea la danza, más convincente es la propuesta. La colmena solo seleccionará un nuevo sitio para el nido o una fuente de alimento principal cuando las abejas logren una decisión unánime, lo que demuestra un complejo proceso de consenso colectivo.

Las Señales Químicas: El Poder Invisible de las Feromonas

Parte fundamental de la comprensión de cómo se comunican las abejas melíferas es el estudio de las Feromonas. Las feromonas son sustancias químicas volátiles que las abejas producen y liberan para enviar señales al resto de la colonia. A diferencia de las abejas melíferas que danzan, los abejorros, por ejemplo, suelen secretar feromonas en lugar de bailar para transmitir sus hallazgos a otras abejas, lo que destaca la diversidad en los métodos de comunicación incluso dentro de la familia de los himenópteros.

Existen muchos tipos de feromonas, y cada una provoca una respuesta específica y crucial para la supervivencia de la colmena. Por ejemplo, una feromona de alerta es liberada cuando las abejas detectan una amenaza cercana, incitando a las demás a prepararse para la defensa. Esta señal química es una advertencia rápida y efectiva, capaz de movilizar a la colonia en cuestión de segundos.

Las abejas reina también producen feromonas especiales que son vitales para el control de la población y el mantenimiento de la estructura social. Si una reina libera una feromona que indica que está viva y sana, esto fomenta que el resto de la colonia se mantenga productiva, construyendo panales, recolectando alimento y cuidando a la cría. Por el contrario, una disminución en la feromona de la reina puede indicar su envejecimiento o muerte, lo que lleva a las obreras a iniciar la crianza de una nueva reina.

En el caso de los abejorros, cuando encuentran una fuente abundante de alimento, realizan una serie de carreras mientras abanican sus alas. Este abaniqueo no es solo un movimiento; libera los aromas del lugar de donde regresaron, excitando a otras obreras y urgiéndolas a seguir el rastro. Aunque este método puede no ser tan preciso como la danza redonda o del contoneo, que indican la ubicación exacta de la flor, es muy efectivo para señalar que hay una buena fuente de alimento cerca y es necesario explorarla.

Vibración y Sonido: El Zumbido que Habla

Las abejas solitarias, aquellas que no viven en una colmena, tienen otros medios de comunicación adaptados a su estilo de vida independiente. Dado que no necesitan comunicarse con una gran colonia, utilizan principalmente vibraciones y sonidos para interactuar con su entorno. Estos métodos son cruciales para ahuyentar a los depredadores o para señalar a posibles parejas.

El Zumbido de las abejas es una forma de comunicación extremadamente versátil y compleja. Las abejas hembras, por ejemplo, crean vibraciones zumbantes específicas para guiar a los machos hacia sus túneles subterráneos para el apareamiento. Los machos, a su vez, producen un zumbido más tenue durante la temporada de apareamiento, aumentando la receptividad de las hembras. En el contexto de la colmena, las abejas pueden crear un zumbido colectivo que inhibe el movimiento de otras en caso de peligro, una señal de "¡alto!" para evitar situaciones de riesgo.

Además, el volumen y la intensidad del zumbido son indicadores claros del estado de ánimo de la colmena. Zumban ruidosamente cuando depredadores o personas se acercan demasiado a su nido, sirviendo como una advertencia potente. La vibración también es un componente clave de la danza del contoneo, donde las vibraciones corporales se suman a la información de distancia y calidad del recurso.

Comunicación con los Humanos: Entendiendo sus Advertencias

Las abejas melíferas también "se comunican" con los humanos, principalmente a través de su zumbido, que varía según su estado de ánimo. Por ejemplo, cuando se sienten amenazadas o angustiadas, tienden a zumbar con una intensidad y un volumen crecientes, una clara señal de advertencia. Por otro lado, cuando están tranquilas, su zumbido es mucho más suave y discreto.

El sonido del zumbido de las abejas es una señal importante para los apicultores, especialmente durante las inspecciones de la colmena o la recolección de miel. Si las abejas suenan tranquilas, el apicultor sabe que es seguro proceder. Pero si suenan fuertes o "enojadas", algo podría salir mal si se continúa perturbando la colmena, y es muy probable que se produzca una picadura. Aprender a "escuchar" a la colmena a través de su zumbido es una habilidad fundamental para cualquier apicultor.

La picadura es otra forma, la más drástica, en que las abejas se comunican con las personas. Si no se reconoce la advertencia a través de su zumbido, recurren a la picadura. En el caso de la abeja melífera hembra, esto resulta en su muerte después de la picadura, lo que subraya la seriedad de su advertencia. Sin embargo, si se atiende la advertencia y se abandona la colmena, las abejas no perseguirán al intruso, ya que entienden que el peligro ha desaparecido. Esta es una lección crucial de respeto y comprensión mutua.

Preguntas Frecuentes sobre la Comunicación de las Abejas

A menudo surgen dudas sobre este complejo sistema de comunicación. Aquí resolvemos algunas de las más comunes:

¿Cómo saben las abejas dónde encontrar comida?

Las abejas exploradoras localizan fuentes de alimento y regresan a la colmena para informar a sus compañeras. Utilizan principalmente la danza del contoneo para fuentes lejanas, indicando dirección (en relación con el sol) y distancia (por la duración del contoneo). Para fuentes cercanas, emplean la danza redonda. Además, las feromonas pueden señalar la presencia general de un buen parche de flores.

¿Por qué zumban las abejas?

El zumbido de las abejas tiene múltiples propósitos. Puede indicar su estado de ánimo (calma, angustia, amenaza), alertar a la colmena sobre un peligro, comunicarse entre sí dentro del nido (como en el caso de las abejas solitarias para atraer parejas) o incluso como parte de las vibraciones en la danza del contoneo para transmitir información sobre la distancia del alimento.

¿Todas las abejas se comunican de la misma manera?

No, existen diferencias. Las abejas melíferas, que viven en colonias complejas, utilizan un sistema sofisticado de danzas (redonda y del contoneo) y feromonas. Las abejas solitarias, que no tienen una estructura social de colmena, dependen más de vibraciones y sonidos para la comunicación, principalmente para la reproducción o para disuadir depredadores, ya que no necesitan coordinar tareas de forrajeo a gran escala.

¿Qué papel juegan las feromonas en la comunicación de las abejas?

Las feromonas son cruciales para la cohesión y el funcionamiento de la colmena. La feromona de la reina, por ejemplo, controla la fertilidad de las obreras y mantiene la unidad de la colonia. Las feromonas de alerta movilizan a las abejas para la defensa. Algunas especies, como los abejorros, utilizan feromonas para marcar senderos de alimento, excitando a otras abejas a seguir el rastro de un recurso valioso.

Tabla Comparativa de Métodos de Comunicación de las Abejas

Método de ComunicaciónDescripciónInformación TransmitidaParticipantes ClaveContexto Principal
Danza RedondaMovimientos circulares repetitivos.Fuente de alimento cercana (<50m), calidad general.Abejas obrerasForrajeo, recursos próximos.
Danza del ContoneoPatrón en forma de ocho con vibraciones.Dirección precisa (ángulo al sol), distancia (duración del contoneo), calidad del recurso.Abejas obrerasForrajeo, recursos lejanos, búsqueda de nuevo nido.
Feromonas (Reina)Sustancias químicas producidas por la reina.Presencia y salud de la reina, cohesión de la colonia, inhibición de ovarios de obreras.Reina, todas las abejasControl de la colmena, reproducción.
Feromonas (Alerta)Sustancias químicas liberadas al percibir una amenaza.Presencia de peligro, necesidad de defensa.Abejas guardianas, todas las abejasDefensa de la colmena.
Tacto (Antenas)Contacto directo entre antenas.Identificación, reconocimiento, evaluación de superficie/sabor.Abejas obrerasInteracciones sociales, interpretación de danzas.
Vibraciones y SonidoZumbidos de diferentes intensidades y frecuencias.Estado de ánimo (calma, alerta), ubicación de pareja (abejas solitarias), alerta de peligro.Todas las abejas (solitarias y de colmena)Defensa, apareamiento, evaluación de entorno.

Las abejas son criaturas verdaderamente fascinantes, y cada día aprendemos más sobre ellas. Si eres apicultor o trabajas con abejas, comprender su intrincado lenguaje es crucial para que tu experiencia apícola sea exitosa y gratificante. Además, ayuda a mantenerte a ti y a las abejas a salvo. Su capacidad para coordinar tareas complejas, desde la búsqueda de alimento hasta la construcción del panal y la defensa de la colmena, es un testimonio de su inteligencia colectiva y de la eficiencia de sus sistemas de comunicación. Desde las señales químicas invisibles hasta las danzas vibrantes, cada aspecto de su lenguaje contribuye a la asombrosa armonía y productividad de la colonia. Es un recordatorio de la riqueza y la complejidad de la naturaleza, y de cuánto podemos aprender al observar y respetar a estas pequeñas pero poderosas habitantes de nuestro planeta.

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