¿Cómo es la igualdad de género en África?

Nigeria: 5 Desafíos de Género y su Eco Profundo

31/07/2021

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El pulso de una nación a menudo se mide por el bienestar y el empoderamiento de sus mujeres. En Nigeria, una tierra vibrante y diversa, este pulso late con una complejidad que entrelaza promesas constitucionales con realidades arraigadas de desigualdad. A pesar de ser signataria de numerosas convenciones internacionales destinadas a proteger los derechos de la mujer, como la Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer y la Solemne Declaración sobre la Igualdad de Género en África, la protección de estos derechos en Nigeria es, en gran medida, una declaración sobre papel. Las mujeres nigerianas, a menudo encasilladas por su estado civil —esposas, hijas, sombras de los hombres—, se enfrentan a un laberinto de desafíos que sofocan su potencial y frenan el progreso de todo el país. Sin embargo, la historia de Nigeria resuena con los ecos de grandes mujeres líderes y pioneras, un recordatorio de la fuerza inherente que espera ser plenamente liberada. Es crucial que los líderes de Nigeria dirijan su atención a cinco áreas críticas que son el corazón de esta lucha por la equidad, pues la prosperidad de la nación está inextricablemente ligada a la de sus mujeres.

¿Cuáles son los roles de género en la cultura nigeriana?
Si bien las costumbres y normas respecto de la salud de las mujeres varían cuando se trata de las regiones del norte y del sur de Nigeria, una similitud que se puede encontrar es que a las niñas y las mujeres se les da menos comida en relación con sus contrapartes masculinas , se espera que realicen más trabajo doméstico que sus contrapartes masculinas y...
Índice de Contenido

Educación para Niñas: Semillas Negadas de un Futuro Brillante

La educación es la llave maestra que desbloquea el poder de decisión y equipa a las mujeres con el conocimiento y las habilidades esenciales para contribuir plenamente a la sociedad. En Nigeria, el derecho a la educación está consagrado en la Sección 18 (1) de la Constitución de 1999, que insta al gobierno a garantizar oportunidades educativas equitativas y adecuadas en todos los niveles, incluyendo la educación gratuita y obligatoria para todos los niños en edad escolar. Sin embargo, la realidad dibuja un panorama de profunda disparidad. En 2010, la tasa de alfabetización de mujeres adultas (de 15 años o más) en Nigeria era del 59.4%, mientras que la de los hombres se elevaba al 74.4%. Más alarmante aún, de los más de 10 millones de niños que están fuera de la escuela o carecen de acceso a una educación adecuada más allá de cierta edad, un asombroso 60% son niñas.

Esta brecha se profundiza por factores culturales y de seguridad. En regiones como el noreste y noroeste, algunas familias evitan enviar a sus hijas a la escuela por temor a secuestros y abusos, una preocupación tristemente justificada por la creciente ola de raptos de escolares. Desde marzo de 2020, al menos 1409 estudiantes han sido secuestrados de sus escuelas, con muchas niñas siendo forzadas a matrimonios o embarazadas por sus captores. Además, el matrimonio infantil sigue siendo una barrera formidable: aproximadamente el 43% de las niñas nigerianas se casan antes de cumplir los 18 años, y un preocupante 16% lo hace antes de los 15. Estas prácticas no solo truncan la educación de las niñas, sino que las encadenan a un ciclo de vulnerabilidad y limitación de oportunidades.

Violencia de Género: La Sombra Implacable en Cada Rincón

La violencia de género es una epidemia silenciosa que azota a las mujeres en Nigeria, sin importar su edad, estatus social, educación, etnia, religión o capacidad física o mental. Las formas de violencia son variadas y brutales, incluyendo agresiones físicas, violaciones, tortura, ataques con ácido y, en muchos casos, la muerte. Existe una arraigada creencia cultural en Nigeria que considera socialmente aceptable golpear a una mujer como medida disciplinaria, lo que exacerba la problemática y crea un clima de impunidad para los agresores. Los casos de violencia doméstica son alarmantemente altos, sin signos de disminución, y afectan a una de cada tres mujeres, quienes a menudo sufren en silencio debido a la indiferencia social y familiar.

A pesar de que la constitución nigeriana establece que la dignidad de todo individuo debe ser respetada y que nadie debe ser sometido a tortura o tratos inhumanos o degradantes, y de la existencia de la Ley de Prohibición de la Violencia contra las Personas (VAPP), que prohíbe todas las formas de violencia y proporciona protección a las víctimas y castigo a los infractores, la aplicación de estas leyes es deficiente. Para junio de 2021, solo 18 de los 36 estados de la Federación habían aprobado leyes similares a la VAPP, dejando a una gran parte de la población femenina sin la protección legal necesaria. La falta de cumplimiento y la lentitud en la adopción de estas leyes son un reflejo de la profundidad del problema y la necesidad urgente de una acción gubernamental y social contundente.

Representación Política: Voces Ausentes en el Tapiz del Poder

En el vibrante tapiz de la democracia nigeriana, las voces de las mujeres son apenas un susurro. Solo un escaso 6% de las mujeres participa activamente en la política. De los 109 senadores en el parlamento, apenas ocho (7.34%) son mujeres. Nigeria está lejos de alcanzar el objetivo del 30% de mujeres en puestos de toma de decisiones establecido en la Declaración y Plataforma de Acción de Beijing de 1995, un hito que ya debería haberse logrado hace décadas. Esta baja representación no es accidental; está tejida con hilos de intimidación y violencia. Las mujeres que aspiran a cargos políticos son a menudo blanco de agresiones físicas, sexuales, psicológicas y socioeconómicas durante las elecciones, en un esfuerzo por desalentarlas.

La sociedad nigeriana, marcada por un profundo patriarcado, tiende a relegar a las mujeres al ámbito doméstico, perpetuando estereotipos de género que asocian el liderazgo exclusivamente con los hombres. Las barreras económicas y la violencia electoral son obstáculos formidables, y los partidos políticos, lejos de fomentar la participación femenina, a menudo las excluyen. En las primarias de 2018, se documentaron casos de acoso a mujeres para que renunciaran a sus candidaturas. A pesar de que organizaciones como el Nigerian Women's Trust Fund (NWTF) y el Women Advocates Research and Documentation Centre (WARDC) han impulsado iniciativas y una "Carta de Demanda de las Mujeres Nigerianas" exigiendo un 35% de representación en todos los sectores del gobierno, estas provisiones no se han materializado. En 2018, Nigeria ocupó el puesto 139 de 149 países en el Índice de Brecha de Género del Foro Económico Mundial en 'empoderamiento político', y en 2019, el 181 de 193 países en representación descriptiva en el parlamento. La ausencia de leyes para mejorar esta brecha es un testimonio de la resistencia al cambio.

¿Cuáles son las cinco cuestiones de género en Nigeria?
Por lo tanto, los dirigentes de Nigeria harían bien en prestar atención urgente a cinco áreas de preocupación: la educación de las niñas, la violencia de género, la representación de las mujeres en la política, la salud materna y el empoderamiento económico de las mujeres .

Salud Materna: El Costo Humano de un Sistema Frágil

La salud materna en Nigeria es una crisis silente que se cobra vidas a una escala devastadora. El país es responsable de más del 34% de las muertes maternas a nivel mundial, una cifra que resuena con la fragilidad de su sistema de atención médica. El riesgo de por vida de morir durante el embarazo, el parto, el posparto o después de un aborto para una mujer nigeriana es de 1 en 22, una estadística escalofriante en comparación con 1 en 4,900 en países desarrollados. Nigeria ostenta la tasa de mortalidad materna más alta de África y la cuarta a nivel global, con 576 muertes por cada 100,000 nacimientos.

La falta de acceso a una atención médica gratuita y adecuada para las futuras madres y sus bebés es una de las principales causas de estas tragedias. Las normas patriarcales, que otorgan a los hombres la jurisdicción sobre las decisiones médicas de las mujeres, junto con la pobreza, la falta de educación y las dificultades de transporte, impiden que las mujeres accedan a los servicios de salud esenciales. El 52% de las mujeres nigerianas experimentan al menos un problema al intentar buscar atención médica, siendo la inseguridad financiera el mayor obstáculo. Además, aunque las leyes nigerianas solo permiten abortos en casos donde la vida de la madre está en peligro, se estima que entre 1.8 y 2.7 millones de mujeres interrumpen sus embarazos anualmente en condiciones ilegales e inseguras, resultando en enfermedades graves e incluso la muerte para el 25% de ellas y hasta 6,000 muertes anuales por abortos inducidos. La situación es un reflejo brutal de la necesidad de una intervención urgente y una reforma profunda en el sistema de salud.

Empoderamiento Económico: Despertando Gigantes Dormidos

A pesar de que más del 18% de los hogares en Nigeria están encabezados por mujeres, estas a menudo carecen de acceso y control sobre los recursos productivos, y no son reconocidas como actoras económicas de pleno derecho. Con ingresos limitados, les resulta extremadamente difícil mantener a sus hogares, perpetuando ciclos de pobreza. Las mujeres agricultoras de pequeña escala, por ejemplo, constituyen el 70% de la fuerza laboral agrícola y producen el 60% de los alimentos de los que dependen los nigerianos, pero son sistemáticamente ignoradas en las iniciativas de desarrollo y carecen de voz en la asignación de recursos. A menudo, estas mujeres dependen de los hombres para avanzar en su estatus social, a pesar de ser ellas quienes contribuyen significativamente a la economía del país.

Para desatar este potencial dormido, son esenciales la capacitación, el establecimiento de redes y la mentoría, la orientación y la concienciación, así como cambios legislativos y de valores, y un sólido apoyo financiero. Iniciativas como la de la Organización de Mujeres Agricultoras de Pequeña Escala de Nigeria (SWFON), en colaboración con el International Budget Partnership, han demostrado que la defensa basada en datos puede generar resultados tangibles. Gracias a sus esfuerzos, se logró un aumento del 18.5% en el gasto del gobierno nacional en agricultura, lo que se tradujo en que 111,000 mujeres agricultoras recibieran semillas mejoradas, fertilizantes y equipos modernos, un paso crucial hacia su empoderamiento y la seguridad alimentaria del país.

Roles de Género y Tradiciones Profundas: El Tejido Complejo de la Sociedad Nigeriana

La subyugación de los derechos e intereses de las mujeres en Nigeria es un problema multifacético, arraigado en una larga historia de desigualdad de género y discriminación, exacerbada por la explotación colonial que distorsionó las orientaciones económicas, educativas, religiosas y culturales. En muchas culturas nigerianas, las mujeres son vistas exclusivamente como madres, hermanas, hijas y esposas, roles que a menudo las confinan al hogar. En el norte de Nigeria, por ejemplo, es más común que las mujeres vivan recluidas, mientras que en el sur, tienden a participar más en la vida pública, aunque no sin enfrentar desafíos significativos. Las viudas en el sur, por ejemplo, sufren maltratos por parte de sus suegros, incluyendo rituales denigrantes y la negación de su derecho a heredar.

La poligamia, legal y practicada por muchos grupos étnicos (aproximadamente un tercio de los matrimonios son poligámicos), es regulada por el derecho consuetudinario. Doce de los 36 estados nigerianos, todos ellos bajo la ley islámica Sharia, reconocen los matrimonios polígamos como equivalentes a los monógamos. Esta práctica, aunque justificada como una forma de asegurar la provisión para todos los hijos y la preservación del linaje, a menudo refuerza la dependencia económica de las mujeres. Otros desafíos modernos incluyen el matrimonio infantil, la mutilación genital femenina (MGF), la violación y la violencia doméstica. Nigeria ocupa el puesto 168 de 191 países en el Índice de Desigualdad de Género, una clara señal de la magnitud del problema.

La Salud Reproductiva y los Desafíos Ocultos

La salud reproductiva es un tema crítico para las mujeres nigerianas, con variaciones significativas entre el norte y el sur. En las comunidades hausa del norte, el matrimonio y el embarazo a edades tempranas son comunes, lo que contribuye a una tasa de mortalidad materna de 21 muertes por cada 1000 embarazos, muy superior a la media nacional. Las niñas que se casan a los 11 años y comienzan a tener hijos pocos años después desarrollan problemas de salud graves. La reclusión de las mujeres en el hogar, donde los hombres toman las decisiones médicas y a menudo deben dar permiso para el acceso a la anticoncepción, limita drásticamente sus derechos reproductivos. Además, en todo el país, las niñas y mujeres reciben menos alimentos y se espera que realicen más trabajo doméstico que sus contrapartes masculinas, lo que contribuye a problemas de salud como la anemia.

¿Cuál es la proporción de género en Nigeria?
1,02 hombres/mujeres (estimación de 2022). El 54,3 % de los nigerianos reside en zonas urbanas, con una tasa anual de urbanización estimada del 3,92 %. Nigeria alberga 371 grupos étnicos que hablan más de 500 idiomas, y la diversidad de costumbres y tradiciones entre ellos confiere al país una gran diversidad cultural.

El Eco del Pasado: De Reinas a Ciudadanas de Segunda Clase

La historia de Nigeria revela un panorama muy diferente al actual en cuanto al rol de la mujer. Antes de la colonización, las mujeres nigerianas estaban profundamente involucradas en los procesos políticos. En el Imperio Bornu, las mujeres participaban en la administración del estado, e incluso reinas como Bakwa Turuku fundaron ciudades. En Yorubalandia, ocho jefas de alto rango asistían al gobernante del reino. Las mujeres igbo, en particular, eran políticamente activas a través de un sistema de doble sexo, donde organizaciones femeninas y masculinas operaban en paralelo, compartiendo autoridad. Figuras como la Omu, la "madre de la sociedad", tomaban decisiones que afectaban a ambos géneros y supervisaban el mercado, demostrando una autonomía y poder que contrasta fuertemente con la situación actual.

Sin embargo, la llegada de la colonización europea impuso sus propias normas sociales y costumbres patriarcales, marginando a las mujeres de la esfera política y pública. Los británicos ignoraron las estructuras de poder femeninas existentes, tratando solo con autoridades masculinas y relegando a las mujeres a roles domésticos. A pesar de esta opresión, las mujeres nigerianas no se quedaron de brazos cruzados. Durante la descolonización en las décadas de 1940 y 1950, organizaciones como la Unión de Mujeres Nigerianas y el Consejo Nacional de Sociedades de Mujeres se movilizaron activamente contra la colonización, y las mujeres del sur de Nigeria obtuvieron el derecho al voto. Después de la independencia, la lucha continuó, y no fue hasta 1979 que todas las mujeres nigerianas obtuvieron el derecho al voto. No obstante, la representación femenina en la política ha permanecido lamentablemente baja, un reflejo de las profundas estructuras patriarcales que persisten.

Un Camino Hacia la Esperanza: Activismo y Resistencia

Frente a estos desafíos, la voz de la mujer nigeriana no ha sido silenciada. Desde la inauguración del movimiento feminista nacional en 1982, con organizaciones como Women in Nigeria (WIN), se ha trabajado incansablemente para documentar la condición de las mujeres a través de la investigación y el análisis, sentando las bases para una defensa basada en datos. Grupos como el Nigerian Feminist Forum (NFF) han logrado bloquear leyes que prohibían el uso de condones o institucionalizaban códigos de vestimenta, demostrando el poder de la movilización. Más recientemente, la Feminist Coalition (fundada en 2020) y ElectHer (que busca un 50% de representación femenina en el gobierno africano para 2050) continúan esta lucha. A pesar de la resistencia gubernamental, como la reciente denegación en 2022 de varios proyectos de ley pro-igualdad que buscaban garantizar la ciudadanía para esposos extranjeros de mujeres nigerianas y reservar el 35% de los escaños legislativos para mujeres, las mujeres nigerianas siguen protestando y exigiendo sus derechos. Su resiliencia es un faro de esperanza en la búsqueda de la equidad.

Nigeria en el Espejo de África: Desafíos y Oportunidades Continentales

La situación de Nigeria no es un caso aislado, sino que resuena con el panorama más amplio de la igualdad de género en África. A menos de una década para alcanzar el Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) 5 sobre igualdad de género y empoderamiento de las mujeres, la mayoría de los países africanos no están en camino de cumplir sus metas para 2030. Aunque se han logrado avances significativos en la reducción de la mortalidad materna y la salida de millones de mujeres de la pobreza extrema, y 13 países africanos alcanzaron el objetivo del 30% de mujeres en el parlamento para 2019, el Índice de Género de África de 2020 reveló una puntuación del 48.6%, indicando una importante disparidad.

La pandemia de COVID-19 ha exacerbado estas desigualdades, amenazando con revertir los progresos logrados. Las restricciones de movilidad, la interrupción de programas contra la violencia de género y el estrés han provocado un aumento global de la violencia de género, incluyendo en África, con casi 1 de cada 2 mujeres reportando haberla experimentado o conocer a alguien que la sufrió. Además, las proyecciones indican un posible aumento de 13 millones de matrimonios infantiles y 2 millones de casos de MGF en 10 años debido a la pandemia. El continente africano, y Nigeria en particular, necesita esfuerzos concertados y un aumento de la financiación para las intervenciones de igualdad de género, pues, como afirmó el Presidente de la Unión Africana, Macky Sall, "África no puede desarrollarse si millones de mujeres y niñas siguen sufriendo un trato violento, desigual y discriminatorio". La transformación de Nigeria en una sociedad más equitativa es un paso indispensable para el florecimiento de todo el continente.

Tablas Comparativas

Tabla Comparativa: Alfabetización (2010)

GrupoTasa de Alfabetización (15 años o más)
Mujeres59.4%
Hombres74.4%

Tabla Comparativa: Representación Política

IndicadorNigeria (Actual)Meta Beijing (1995)
Mujeres en Política Activa6%N/A
Mujeres en el Senado7.34% (8 de 109)N/A
Mujeres en Puestos de DecisiónMuy baja30%

Tabla Comparativa: Salud Materna (Riesgo de por vida)

Región/PaísRiesgo de Muerte Materna de por Vida
Nigeria1 en 22
Países Desarrollados1 en 4,900

Preguntas Frecuentes (FAQ)

¿Cuáles son los principales desafíos de género en Nigeria?

Los cinco desafíos de género más apremiantes en Nigeria son la educación para niñas, la violencia de género, la baja representación de mujeres en la política, la alta mortalidad materna y la falta de empoderamiento económico de las mujeres.

¿Qué tan extendida está la violencia de género en Nigeria?

La violencia de género es muy extendida en Nigeria, afectando a mujeres de todas las edades, estatus social y etnias. Se estima que aproximadamente una de cada tres mujeres sufre violencia doméstica o de pareja. A pesar de las leyes existentes, su aplicación es débil y la impunidad es común.

¿Cuáles son las cinco cuestiones de género en Nigeria?
Por lo tanto, los dirigentes de Nigeria harían bien en prestar atención urgente a cinco áreas de preocupación: la educación de las niñas, la violencia de género, la representación de las mujeres en la política, la salud materna y el empoderamiento económico de las mujeres .

¿Por qué hay tan pocas mujeres en la política nigeriana?

La baja representación de mujeres en la política nigeriana se debe a una combinación de factores, incluyendo la intimidación y violencia durante las elecciones, barreras económicas, el arraigado patriarcado social que relega a las mujeres al hogar, y la falta de apoyo y exclusión por parte de los partidos políticos. Nigeria está muy por debajo de los estándares internacionales de participación femenina.

¿Cuál es la situación de la salud materna en Nigeria?

Nigeria tiene una de las peores tasas de salud materna del mundo, siendo responsable del 34% de las muertes maternas globales. El riesgo de por vida de una mujer nigeriana de morir durante el embarazo o el parto es de 1 en 22. Factores como la falta de acceso a atención médica, las normas patriarcales que limitan las decisiones de las mujeres sobre su salud y la prevalencia de abortos inseguros contribuyen a esta crisis.

¿Cómo afecta la desigualdad económica a las mujeres nigerianas?

Aunque las mujeres encabezan el 18% de los hogares en Nigeria, a menudo carecen de acceso y control sobre los recursos productivos y no son reconocidas como actoras económicas plenas. Esto limita sus ingresos y su capacidad para mantener a sus familias. Las mujeres agricultoras, que producen el 60% de los alimentos del país, son un ejemplo clave de cómo su potencial económico está subutilizado y poco reconocido.

¿La poligamia es legal en Nigeria?

Sí, la poligamia es legal en Nigeria y es practicada por muchos grupos étnicos, representando aproximadamente un tercio de los matrimonios. Está regulada por el derecho consuetudinario, y 12 de los 36 estados (aquellos que se rigen por la ley islámica Sharia) reconocen los matrimonios polígamos como equivalentes a los monógamos.

¿Cómo ha evolucionado el rol de la mujer en la política nigeriana a lo largo del tiempo?

Históricamente, las mujeres nigerianas tuvieron roles políticos significativos en la era precolonial, con figuras de liderazgo y sistemas de gobernanza duales. Sin embargo, la colonización británica marginó estas estructuras femeninas. Durante la descolonización, las mujeres fueron activas en la lucha por la independencia y obtuvieron el derecho al voto en el sur. A pesar de esto, en la era postcolonial, su representación política ha permanecido baja debido a barreras culturales, económicas y de violencia, aunque las organizaciones feministas continúan luchando por una mayor inclusión.

Conclusión: Un Futuro Escrito con Equidad

La lucha por la igualdad de género en Nigeria es una sinfonía compleja de desafíos arraigados y esperanzas inquebrantables. Los cinco pilares de la desigualdad —educación, violencia, política, salud y economía— son interdependientes y requieren una aproximación holística. La resiliencia de las mujeres nigerianas, demostrada a lo largo de la historia y en el activismo contemporáneo, es una fuerza formidable que no puede ser subestimada. Al invertir en la educación de las niñas, hacer cumplir las leyes contra la violencia, garantizar una representación política equitativa, mejorar drásticamente la salud materna y empoderar económicamente a las mujeres, Nigeria no solo honrará sus compromisos internacionales, sino que desatará un potencial transformador que impulsará el desarrollo y la prosperidad para toda la nación. El camino hacia la equidad es largo, pero cada paso, cada voz alzada, cada política implementada, es un trazo en el lienzo de un futuro donde el pulso de Nigeria lata con la fuerza y la igualdad de todos sus ciudadanos.

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