25/10/2018
El lenguaje, esa capacidad innata y compleja que nos permite comunicarnos, construir mundos y expresar ideas, ha sido objeto de estudio y fascinación a lo largo de la historia. Sin embargo, fue Ferdinand de Saussure, el lingüista suizo considerado el padre de la lingüística moderna, quien revolucionó nuestra comprensión de este fenómeno al proponer una visión del lenguaje como un sistema estructurado, donde cada elemento adquiere sentido no por sí mismo, sino por sus relaciones con otros. Para Saussure, el lenguaje no es una mera colección de palabras, sino una intrincada red de conexiones que operan en dos ejes fundamentales: las relaciones sintagmáticas y las relaciones asociativas, también conocidas hoy como paradigmáticas. Comprender estas dos dimensiones es crucial para desentrañar la lógica interna que subyace a toda comunicación humana.

- El Legado de Saussure: Una Visión Sistemática del Lenguaje
- Las Relaciones Sintagmáticas: El Hilo del Discurso
- Las Relaciones Asociativas (o Paradigmáticas): La Red Mental del Lenguaje
- Sintagma vs. Paradigma: Una Tabla Comparativa para Clarificar
- La Interconexión Crucial: Cómo Sintagma y Paradigma Construyen el Significado
- Aplicaciones y Relevancia en la Lingüística Moderna
- Preguntas Frecuentes sobre las Relaciones Lingüísticas de Saussure
- ¿Cuál es la diferencia fundamental entre relaciones sintagmáticas y asociativas?
- ¿Las relaciones asociativas siempre se basan en la forma o el significado?
- ¿Pueden existir relaciones sintagmáticas sin relaciones asociativas y viceversa?
- ¿Por qué son importantes estas distinciones para entender el lenguaje?
- ¿Saussure usó el término "paradigmático"?
El Legado de Saussure: Una Visión Sistemática del Lenguaje
Antes de sumergirnos en las profundidades de las relaciones lingüísticas, es fundamental contextualizar la contribución de Ferdinand de Saussure. A principios del siglo XX, Saussure, a través de sus cursos de lingüística general, póstumamente compilados en el célebre Curso de Lingüística General, sentó las bases para el estudio estructural del lenguaje. Su enfoque se distanciaba de las perspectivas históricas predominantes, proponiendo en su lugar una mirada sincrónica; es decir, el estudio del lenguaje en un momento dado, como un sistema autónomo y coherente. Para Saussure, la lengua (el sistema abstracto del lenguaje) es un tesoro colectivo, una convención social que existe independientemente del individuo, mientras que el habla es su manifestación concreta e individual. Dentro de esta concepción de la lengua como un sistema, las relaciones entre los signos lingüísticos —compuestos por un significante (la imagen acústica) y un significado (el concepto)— son lo que verdaderamente les otorga valor y función.
Saussure nos invitó a ver el lenguaje no como un conjunto de etiquetas para la realidad, sino como una estructura donde cada pieza encaja con otras, y el valor de cada pieza depende de su posición y de las diferencias que la distinguen de las demás. Es en este marco donde emergen las dos grandes categorías de relaciones que organizan el sistema lingüístico: las relaciones sintagmáticas, que operan en la cadena hablada, y las relaciones asociativas (o paradigmáticas), que operan en el plano mental de las posibles elecciones.
Las Relaciones Sintagmáticas: El Hilo del Discurso
Imaginen el lenguaje como una cadena, donde cada eslabón se une al siguiente para formar una secuencia. Esa secuencia lineal, esa combinación de elementos lingüísticos uno tras otro en el tiempo y el espacio, es lo que Saussure denominó relaciones sintagmáticas. Estas relaciones son de naturaleza "in praesentia", lo que significa que los elementos involucrados están físicamente presentes, uno al lado del otro, en el enunciado. Son las relaciones que rigen la gramática, la sintaxis y la morfología de una lengua.
Una relación sintagmática se manifiesta en la forma en que las palabras se combinan secuencialmente para formar unidades mayores, como frases, oraciones o incluso textos completos. Pensemos en la frase: "El perro ladra fuertemente". Aquí, "El" se relaciona con "perro", "perro" con "ladra", y "ladra" con "fuertemente". Cada elemento impone ciertas restricciones o posibilidades sobre el siguiente. Por ejemplo, "El" (artículo masculino singular) exige un sustantivo masculino singular como "perro". "Perro" (sustantivo) puede ir seguido de un verbo como "ladra". Y "ladra" (verbo) puede ser modificado por un adverbio como "fuertemente".
Estas combinaciones son lineales e irreversibles en su manifestación. No podemos simplemente cambiar el orden de las palabras en un sintagma sin alterar su significado o incluso hacerlo incomprensible ("Ladra perro el fuertemente" pierde sentido en español). La estructura sintagmática es el andamiaje sobre el cual se construye el mensaje, y su análisis nos permite entender cómo las reglas gramaticales de una lengua organizan la producción del habla. Cada palabra, cada morfema, cada fonema, entra en una relación de contigüidad con otros, creando un segmento de discurso.

Ejemplos adicionales de relaciones sintagmáticas:
- En "casa grande", "casa" y "grande" forman un sintagma nominal.
- En "leer un libro", "leer" y "un libro" forman un sintagma verbal.
- En "muy rápido", "muy" modifica a "rápido".
Las relaciones sintagmáticas son, por lo tanto, el camino visible y concreto que el lenguaje toma al manifestarse.
Las Relaciones Asociativas (o Paradigmáticas): La Red Mental del Lenguaje
Si las relaciones sintagmáticas son el hilo del discurso, las relaciones asociativas son la compleja red de opciones que el hablante tiene en su mente en cada punto de la cadena. A diferencia de las sintagmáticas, las relaciones asociativas son de naturaleza "in absentia"; no se manifiestan en la secuencia lineal del habla, sino que existen en el plano mental, como un conjunto de elementos que podrían ser sustitución de un elemento dado en un contexto particular. Son asociaciones mentales basadas en algún grado de similitud.
Saussure identificó dos tipos principales de relaciones asociativas, ambas fundamentales para la organización del léxico:
Asociaciones por Forma: La Resonancia Sonora y Morfológica
Este tipo de asociación se genera entre palabras que comparten elementos formales, ya sean morfemas lexicales (raíces) o morfemas derivacionales (prefijos, sufijos). La similitud fonética o morfológica es el motor de estas conexiones.
- Compartiendo morfemas lexicales: Consideremos la palabra "libro". En nuestra mente, se asocia automáticamente con otras palabras que comparten su raíz o campo semántico morfológico, como "librería", "librero", "libreta", "libresco". Estas palabras no tienen por qué aparecer juntas en una oración, pero la mente las agrupa por su origen común.
- Compartiendo morfemas derivacionales: Otro ejemplo claro son los adverbios terminados en "-mente": "sinceramente", "amablemente", "tristemente", "rápidamente", "lentamente". Todos comparten el sufijo "-mente", que indica modo, y por tanto, se asocian entre sí en la mente del hablante. Otros ejemplos incluyen palabras con prefijos comunes como "re-" (rehacer, repensar, revisar) o "anti-" (antivirus, antídoto, anticuerpo).
Estas relaciones forman "familias" de palabras que, aunque no se combinan linealmente, están conectadas por su estructura interna compartida.
Asociaciones por Significado: Campos Semánticos y Conexiones Conceptuales
Las relaciones asociativas también se establecen en función del significado de las palabras. Aquí, la conexión es conceptual, y las palabras se agrupan porque pertenecen a un mismo campo semántico o están relacionadas por su sentido, incluso si sus formas son completamente distintas.
Los ejemplos proporcionados ilustran esto perfectamente: "libro" se asocia con "biblioteca", "diarios", "lectores". No comparten una raíz, pero conceptualmente están intrínsecamente ligadas al acto de leer y al mundo de la información escrita. Otros ejemplos de asociaciones por significado incluyen:
- Sinonimia: "casa", "hogar", "vivienda", "morada".
- Antonimia: "grande", "pequeño"; "frío", "caliente".
- Hiperonimia/Hiponimia: "flor" (hiperónimo) se asocia con "rosa", "clavel", "tulipán" (hipónimos). "Animal" con "perro", "gato", "león".
- Meronimia (parte-todo): "árbol" se asocia con "hoja", "rama", "raíz", "tronco".
- Asociaciones por contexto o campo semántico: "hospital" con "médico", "enfermera", "paciente", "medicamento", "quirófano".
Estas asociaciones revelan cómo el léxico de una lengua está organizado en una compleja red de relaciones semánticas, permitiendo al hablante seleccionar la palabra más apropiada para un contexto dado de entre un conjunto de opciones mentalmente disponibles.

Sintagma vs. Paradigma: Una Tabla Comparativa para Clarificar
Para consolidar la comprensión de estas dos dimensiones cruciales del lenguaje, la siguiente tabla resume sus características distintivas:
| Característica | Relaciones Sintagmáticas | Relaciones Asociativas / Paradigmáticas |
|---|---|---|
| Naturaleza | Lineal, secuencial, combinatoria. | Mental, potencial, de selección. |
| Presencia | "In praesentia" (elementos presentes en la cadena hablada). | "In absentia" (elementos no presentes, pero posibles sustitutos). |
| Eje | Eje de la contigüidad (horizontal). | Eje de la sustitución (vertical). |
| Función Principal | Gobernar la combinación y ordenación de elementos para formar enunciados gramaticales. | Organizar el léxico y las categorías gramaticales, ofreciendo opciones para cada posición sintagmática. |
| Ejemplos | "El niño come pan." (El + niño, niño + come, come + pan). | Para "niño": "niña", "adulto", "perro", "gato". Para "come": "bebe", "duerme", "juega". |
| Analogía | Una cadena, donde cada eslabón se une al siguiente. | Un menú o lista de opciones para cada posición en la cadena. |
La Interconexión Crucial: Cómo Sintagma y Paradigma Construyen el Significado
Es fundamental comprender que las relaciones sintagmáticas y asociativas no son conceptos aislados, sino dos caras de la misma moneda lingüística, intrínsecamente interconectadas y mutuamente dependientes. El acto de hablar implica una constante interacción entre estos dos ejes. Cuando un hablante construye una oración, realiza simultáneamente dos operaciones:
- Selección (eje paradigmático/asociativo): Para cada posición en la cadena de habla, el hablante selecciona un elemento de un repertorio mental de opciones posibles. Por ejemplo, si va a decir un sustantivo, elige entre "perro", "gato", "mesa", "idea", etc. Esta elección está guiada por el significado que desea transmitir y por las reglas gramaticales que rigen la compatibilidad.
- Combinación (eje sintagmático): Una vez seleccionados los elementos, el hablante los combina en una secuencia lineal, respetando las reglas de la sintaxis y la morfología de su lengua. Los elementos elegidos se unen para formar un sintagma coherente.
Consideremos la frase "El gato duerme plácidamente".
- Desde el eje sintagmático, vemos la combinación lineal: "El" se une a "gato", "gato" a "duerme", "duerme" a "plácidamente".
- Desde el eje asociativo, para la posición de "gato", pudimos haber elegido "perro", "niño", "hombre" (todos sustantivos singulares compatibles con "El"). Para "duerme", pudimos haber elegido "come", "juega", "corre" (verbos de la misma conjugación y persona). Y para "plácidamente", "ruidosamente", "rápidamente", "lentamente" (adverbios de modo).
La riqueza y la flexibilidad del lenguaje residen precisamente en esta doble articulación. La capacidad de seleccionar entre un vasto inventario de unidades y combinarlas de infinitas maneras es lo que permite la creatividad lingüística y la expresión de matices complejos. Si solo tuviéramos relaciones sintagmáticas, el lenguaje sería una secuencia fija e inalterable. Si solo tuviéramos relaciones asociativas sin combinatoria, solo tendríamos listas de palabras sin estructura.
La interacción dinámica entre estos dos ejes es lo que dota al lenguaje de su formidable poder expresivo y su capacidad de generar un número ilimitado de enunciados a partir de un conjunto finito de elementos.
Aplicaciones y Relevancia en la Lingüística Moderna
Las ideas de Saussure sobre las relaciones sintagmáticas y asociativas sentaron las bases del estructuralismo lingüístico y tuvieron un impacto profundo en diversas disciplinas, no solo en la lingüística. Su influencia se extendió a la semiología, la antropología (Lévi-Strauss), la crítica literaria, la filosofía y la psicología.
En la lingüística contemporánea, estos conceptos siguen siendo herramientas analíticas fundamentales:
- Análisis Sintáctico: La comprensión de las relaciones sintagmáticas es la base de cualquier análisis de la estructura de las oraciones y la gramática de una lengua.
- Semántica Léxica: El estudio de las relaciones asociativas, especialmente las basadas en el significado, es crucial para la semántica léxica, la lexicografía y la construcción de tesauros o redes semánticas.
- Adquisición del Lenguaje: Ayuda a entender cómo los niños aprenden a combinar palabras y a categorizar el léxico.
- Procesamiento del Lenguaje Natural (PLN): En el campo de la inteligencia artificial y la computación, los modelos de lenguaje a menudo se basan implícitamente en estas dos dimensiones para generar texto coherente (sintagmático) y seleccionar palabras apropiadas (paradigmático).
- Estilística y Retórica: La elección de una palabra sobre otra (eje asociativo) y su posición en la frase (eje sintagmático) son decisiones estilísticas que afectan el impacto y el significado de un mensaje.
El marco saussureano, aunque desarrollado hace más de un siglo, sigue siendo un punto de partida esencial para cualquier estudio serio del lenguaje, proporcionando una lente a través de la cual podemos observar la intrincada arquitectura de nuestra capacidad comunicativa.
Preguntas Frecuentes sobre las Relaciones Lingüísticas de Saussure
¿Cuál es la diferencia fundamental entre relaciones sintagmáticas y asociativas?
La diferencia fundamental radica en su naturaleza y operación. Las relaciones sintagmáticas son lineales y de contigüidad, es decir, los elementos se combinan uno al lado del otro en la cadena del habla (lo que se dice). Son "in praesentia". Las relaciones asociativas (o paradigmáticas), por otro lado, son no lineales y de sustitución; existen en la mente del hablante como un conjunto de opciones o alternativas que podrían ocupar una posición dada en la cadena. Son "in absentia".

¿Las relaciones asociativas siempre se basan en la forma o el significado?
Según la concepción de Saussure, sí. Las relaciones asociativas se establecen por algún grado de similitud, y esta similitud puede ser de dos tipos principales: basada en la forma de las palabras (por ejemplo, compartiendo morfemas o sonidos, como "libro" y "librería", o palabras que riman) o basada en el significado de las palabras (por ejemplo, sinónimos, antónimos, o palabras que pertenecen al mismo campo semántico, como "libro", "biblioteca", "lectores").
¿Pueden existir relaciones sintagmáticas sin relaciones asociativas y viceversa?
En la práctica del lenguaje real, no. Ambas son interdependientes y complementarias. Para construir una secuencia sintagmática (una frase), el hablante debe primero seleccionar los elementos de un repertorio de opciones mentales (relaciones asociativas). Sin la posibilidad de elegir entre diferentes palabras (asociativas), el hablante no podría construir secuencias variadas. Y sin la capacidad de combinar esas elecciones en una secuencia lineal (sintagmáticas), las palabras solo serían listas sin sentido. Son dos ejes que operan simultáneamente para dar vida al lenguaje.
¿Por qué son importantes estas distinciones para entender el lenguaje?
Son cruciales porque revelan el sistema subyacente que organiza el lenguaje. Permiten comprender que el valor de un signo lingüístico no es intrínseco, sino que surge de sus relaciones con otros signos. Entender estas relaciones nos ayuda a analizar cómo se construye el significado, cómo funciona la gramática, cómo se organiza el léxico y cómo los hablantes producen y comprenden enunciados de manera coherente. Sin esta distinción, el lenguaje parecería una colección caótica de palabras en lugar de un sistema lógico y estructurado.
¿Saussure usó el término "paradigmático"?
No, Saussure utilizó el término "relaciones asociativas". El término "paradigmático" fue introducido posteriormente por lingüistas post-saussureanos, como Louis Hjelmslev, para referirse a la misma clase de relaciones de sustitución o elección, en contraste con las relaciones sintagmáticas. Aunque el término "paradigmático" es el más común hoy en día en la lingüística para describir este eje, es importante recordar que la idea original de Saussure era la de "asociaciones" mentales.
En conclusión, la genialidad de Ferdinand de Saussure radica en haber desvelado la doble articulación del lenguaje a través de sus relaciones sintagmáticas y asociativas. Estas dos dimensiones, la de la combinación lineal en la cadena hablada y la de la sustitución potencial en la mente, no solo explican cómo se organiza el sistema lingüístico, sino también cómo los seres humanos somos capaces de producir y comprender un número infinito de enunciados a partir de un conjunto limitado de elementos. Su legado perdura como un pilar fundamental para cualquier persona interesada en comprender la intrincada y fascinante arquitectura de la comunicación humana.
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